I'Shael es un miqo'te que rara vez niega ayuda a alguien que lo necesite. Pese a su actitud distante con aquellos que no conoce, es una persona atenta y sobretodo cariñosa con aquellos que pertenecen a su círculo cercano. Su éter tiene cierta afinidad al fuego, lo que hace que sienta con fuerza, pero siempre intenta reflejar lo contrario y mostrarse como un lago en calma.


Shael abandonó hace muchos años su lugar de nacimiento gracias a la banda de mercenarios "Rosa Silvestre", a la que perteneció durante un tiempo antes de que el segundo fragmento sucumbiera al Ardor de Fuego.Como fragmento de Azem, fué reclamado desde otra dimensión, pero no fué capaz de volver a su orígen y quedó anclado al fragmento de Azem del Orígen.Allí adoptó el nombre de una tribu local, los Bufflalo, pasando a adoptar la inicial de los mismos en su nombre; I'Shael, para no llamar la atención, también tomó el título de "Tia".Tiempo después, cuando la energía dynamis que lo mantenía anclado comenzó a desvanecerse, su éter comenzó a fusionarse al de aquella persona anclada, terminando por desaparecer al completo, pasando a ser parte del fragmento del Orígen.Poco después, los allegados conocidos en este mundo se unieron para traerlo de vuelta utilizando sus memorias y un clon de su cuerpo desde Azys Lla, pero poco sabían que el Éter de Shael no era lo único que esperaba el momento perfecto para volver a este mundo.


El ente conocido como Omicrón comparte ahora cuerpo con el alma de Shael. Tomó del hilo de éter que era el alma del miqo'te cuando volvió a un cuerpo como si se tratase de alguien tendiéndole la mano, y escapó de la vorágine de guerra en la que se encontraba en el mar de éter. Ambos terminaron siendo el mismo ser, compartiendo cuerpo, alma y destino.Omicrón es tranquilo y sosegado. Es la encarnación de la mismísima paz, y cada palabra que nace de sus labios suena relajada y florece los bulbos cercanos. Su sola presencia relaja a los animales y florece los bulbos cercanos. Un experto en la magia podría entender, de hecho, que tiene cierta sintonía con el éter a su alrededor.


"Allá en el pasado arcano, antes de los hechos que proclamaron la luz y la oscuridad en el corazón de las personas, narrando la historia de la creación de los Eternos por mano de los Doce, se canta el nacimiento de uno especialmente compasivo; Omicrón.Nacido entre las flores vírgenes del solio y un cielo despejado, su semblante era aquél de un ángel de paz y harmonía. Su aura emanaba una tranquilidad sólo equiparable a la de un mar calmado en un día sin vendavales, y sus ojos eran de un color azul tan profundo como el mismo éter con el cual parecía encontrarse en perfecta sinergia.Rápidamente se hizo aliado de las aves y las alimañas del lugar, su presencia incluso calmaba a las bestias más taimadas, alterando el conflicto allá donde sus primeros pasos se dirigían, y volviéndose rápidamente en uno de los agraciados por Oschon, el viajero.Tal era el órden que desprendía su equilibrio entre las sombras y la luz, que rápidamente se volvió uno de los objetivos del Caos que rodeaba los confines de la estrella, tentándolo, y llamándolo con una suave voz que tiraba de él como un hilo de pescar lo haría de una carpa.
Omicrón nadó corriente arriba en el río de éter que llevaba al límite, y allí se encontró cara a cara con ello. El Caos. Un remolino de energía y sentimientos capaces de corromper las almas más puras.
Su cuerpo inmancable repelía aquellas energías, como lo haría el cuerpo de cualquier otro Eterno, pero algo le llamaba desde detrás de esa capa de Caos. Una voz dulce y tentadora que entonaba una melodía discordante y repleta de disidia, algo que le llamaba. La curiosidad le pudo, y alzando un brazo, dejó entrar esa energía en él.El canto invadió su corazón. Intentó destruir cada fibra de su ser, mientras su propia naturaleza celestial buscaba entretejerla de nuevo; Se retorció, gritó, agonizó durante minutos, horas, días, hasta que, al final, su cuerpo deforme cayó desde la estratosfera y pudo descansar, desvaneciéndose en el Mar de Éter, y perdiéndose por milenios, impidiéndole participar en el destino de Hydaelyn......Hasta que encontró el receptáculo perfecto."